Publicado el 08/10/2007, por J. Montalvo / I. del Castillo. Madrid
El mayor operador de móviles del mundo completa su ofensiva en el mercado español con su entrada en el negocio de acceso a Internet con ADSL, cuatro meses después de perder Ya.com a manos de su rival Orange.
Convulsión en el mercado español de las telecomunicaciones. Cuatro meses después de perder a manos de su rival Orange la puja por Ya.com, la filial en España de Deutsche Telekom, Vodafone ha dado un paso de gigante para convertirse en el gran rival del grupo Telefónica.
El gigante británico de los móviles cerró el pasado sábado la compra de la filial de Tele2 en España, que cuenta con 260.000 clientes de acceso a Internet con ADSL y 310.000 de telefonía fija. Con este movimiento, largamente esperado por el sector (ver EXPANSIÓN del 4 de octubre), Vodafone se convierte en operador de telecomunicaciones integrado, lo que le permitirá lanzar al mercado ofertas conjuntas de fijo, móvil, Internet y televisión, tal y como han comenzado a hacer Telefónica y Orange, sus grandes rivales.
La operación de compra de Tele2 España, que absorbió en 2005 el negocio de Comunitel, especializado en empresas, se ha cerrado conjuntamente con la de la filial italiana del grupo sueco, por un importe total de 775 millones de euros. Fuentes del sector calculan que Vodafone ha valorado en unos 700 euros cada cliente de acceso a Internet de banda ancha, y en 125 euros cada abonado de telefonía fija.
ValoraciónCon esta referencia, Tele2 España se habría valorado en unos 220 millones de euros, mientras que para la filial italiana, que cuenta con 400.000 clientes de acceso a Internet de banda ancha y 2,1 millones de abonados de telefonía fija, la valoración alcanzaría unos 555 millones de euros.
En las operaciones de compra venta de proveedores de acceso a Internet en Europa, se ha valorado cada cliente, como media durante los últimos dos años, en unos 720 euros. En la última adquisición de este tipo en España, Orange valoró en 800 euros cada abonado de Ya.com, empresa que contaba con unos 400.000 clientes cuando, el pasado mayo, el grupo galo cerró la compra de la empresa a Deutsche Telekom por 320 millones de euros. Este precio sería un 15% superior al que ahora ha pagado Vodafone por Tele2, en términos comparables.
La compra de Tele2 refuerza significativamente la posición de Vodafone como el principal rival de Telefónica en el mercado español de telecomunicaciones, tanto en ingresos como en número de clientes.
La filial española del grupo británico, dirigida por Francisco Román, contaba con 15,18 millones de clientes de telefonía móvil al cierre del primer semestre, aunque la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) le asigna 14,16 millones, un 29% del mercado, mientras que, en términos de ingresos, la cuota de la operadora británica se eleva al 34%, más del doble que su inmediato rival, Orange, que sumaba un 16,5% de los ingresos totales del negocio móvil en España.
Vodafone es además líder destacado del acceso a Internet desde el móvil, con 3,57 millones de clientes 3G y el 56% de este negocio. En el mercado de acceso a Internet de banda ancha fijo, Orange cuenta con 1,1 millones de clientes, tras la adquisición de Ya.com, y controla el 10,1% del mercado, en términos de ingresos, frente al 3,3% de Tele2 Comunitel. Esta compañía, que cuenta con 400 empleados, ingresó 253 millones de euros, con un ebitda negativo de 21 millones.
La compra de la empresa sueca, que posee una extensa red de bucle desagregado, al estar instalado a más de 400 centrales de Telefónica, permitirá a Vodafone “beneficiarse de mayores márgenes, derivados de la prestación directa del servicio frente a las opciones de reventa”, según la empresa. La operadora prevé elevar “sustancialmente” el número de estaciones con bucle desagregado, que permite gestionar la red desde la central hasta el hogar del cliente, “a lo largo del próximo año”.
Para el consejero delegado de Vodafone, Arun Sarin, “la penetración de la banda ancha fija en España, que será del 57% a final de año, frente al 33% de 2005, justifica el atractivo de contar con activos propios, con un acuerdo que completa nuestra estrategia para ofrecer servicios de banda ancha fija en los principales mercados europeos”.
Mayores discusiones en Redtel El desembarco de Vodafone en las comunicaciones fijas en España tendrá, sin duda, repercusiones en las posiciones de los operadores respecto a la regulación, y en la convivencia en el seno de Redtel, la nueva asociación que agrupa a Telefónica, Vodafone, Orange y Ono. Hasta ahora, la futura regulación de las redes ópticas había enfrentado a Telefónica con Orange. La primera, quiere la menor regulación posible, sobre todo en aquellas zonas donde ya hay competencia del cable. La filial del grupo galo pretende que la CMT mejore las condiciones competitivas de los grupos que, como ella, dependen de alquilar líneas de cobre del operador histórico. Algo que las nuevas redes ópticas pone en riesgo, porque cambia la topología de la red y muchas centrales actuales –donde se han instalado, con fuertes inversiones los operadores alternativos– se acabarán cerrando. Hasta ahora, el debate no tenía importancia para Vodafone, pero tras invertir 200 millones en Tele2, el grupo británico se alineará, sin duda, con las tesis de Orange frente a las de Telefónica.
Más problemas para Jazztel Si existe un gran perjudicado por la operación y por partida doble es Jazztel. El grupo que preside Leopoldo Fernández Pujals ve como un cuarto peso pesado –tras Telefónica, Ono y Orange– llega al sector, pero con mucho más dinero e imagen de marca que Tele2. Va a tener que competir en un sector más concentrado y con rivales más importantes. Además, una parte del precio de Jazztel procede de la prima que recibe debido a una potencial adquisición por parte de otro. Pues bien, esa posibilidad cada vez es más remota porque Vodafone era el único gran grupo que tenía auténtica necesidad de entrar en el mercado de banda ancha español. Además, y al igual que pasó con la compra de Ya.com por parte de Orange, la operación deja en evidencia el valor actual de Jazztel en bolsa. A una media de algo más de 700 euros por cliente de ADSL –que es la media pagada en las dos últimas operaciones– , los 235.000 usuarios de Jazztel arrojan un valor de 170 millones de euros o 12 céntimos por acción, es decir, cuatro veces menos que los 685 millones que vale ahora.
Los que ya se han idoEl mercado español de banda ancha es duro. La prueba está en que en los últimos años, varios competidores de primer nivel han tenido que dejar el sector. Primero fue Telecom Italia, que en 2001 abandonó su participación en Auna. Luego, en 2004, la también italiana Tiscali, salió de España dejando sus clientes a Orange. Más recientemente, nada menos que un gigante como Deustche Telekom vendió su filial Ya.com a Orange, mientras que el grupo sueco Tele2, que tenía 29 millones de clientes en 19 países europeos, ha tenido que salir del sur de Europa. La fortaleza de Telefónica en el mercado doméstico, que ha logrado recuperar un punto de cuota en los dos últimos años y mantiene un 56% de participación, tiene pocas comparaciones entre los países importantes. Sólo Telecom Italia, con un 66% de cuota en Italia y Belgacom, con un 53% en Bélgica, tienen posiciones similares. El resto están por debajo del 50%, como Deutsche Telekom (48%), Orange (47%) o Swisscom (44%). La peor situación es la de BT, que mantiene sólo un 24% de su mercado local.
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