“Un buen líder debe saber escuchar”

Luis Álvarez Satorre, presidente de BT para Europa, Oriente Medio, África y Latinoamérica, ha sido galardonado con el Premio al Directivo Plus, que reconoce la excelencia del liderazgo en España.

Carlos García-León / Madrid.



Luis Álvarez Satorre, de 46 años, es ingeniero de telecomunicación, está casado y tiene cuatro hijos. En 2001 asumió la dirección general de BT España y desde hace dos años preside la compañía. Se ha convertido en el mejor directivo de 2007, reconocimiento que concede la comunidad Directivoplus.com.

¿Por qué cree que ha resultado ganador de este premio?
Quizá porque la manera en que desarrollo mi trabajo sugiere algunos de los valores que nos gusta ver en los directivos. Por un lado mi equipo, que me ha propuesto, ha considerado que soy una persona que puede merecer esta consideración; por otro, creo que muchas de las cosas que quiero transmitir a mis colaboradores y a nuestros clientes tienen que ver con el perfil de los directivos que nos gustaría tener siempre en nuestras organizaciones.

¿Qué cualidades debe tener un gestor para actuar con eficacia?
Fundamentalmente tres elementos y una acción. El primero es la visión de lo que hay que hacer para luego compartirla y comunicarla a los colaboradores, clientes y al mercado. El segundo, tener la determinación, la pasión y el coraje para llevarla adelante, y trasladar esa visión a los resultados. En tercer lugar, humildad, en el sentido de estar todo el día escuchando lo que te dice tu equipo, los clientes y los competidores. Hay que usar esos valores para construir un grupo humano capaz de conseguir los resultados que quieres alcanzar, donde prevalecen las fortalezas de unos y se compensan las debilidades de otros.

Muchos líderes creen que es básico el trabajo en equipo, ¿también lo piensa?
Si, creo que hay dos elementos muy importantes. Primero, el trabajo en equipo, en el que los problemas son del conjunto y los éxitos también. De manera que, cuando hay una dificultad, no es sólo de una área, sino de todos y hay que resolverla juntos. Y segundo, la diversidad. No se trata de que el grupo sea del mismo modo, pues hay personas que tienen un estilo más austero, otras más rígido y algunas más simpático. Hay gente más reflexiva y otra más intuitiva. Saber combinar esa riqueza de la diversidad del equipo me parece uno de los retos más interesantes.

¿Un buen directivo debe estar insatisfecho consigo mismo?
Tener vocación de mejorar es un elemento imprescindible, lo cual no significa que no haya que disfrutar también de lo conseguido. Es importante una dosis de insatisfacción, pero con el objetivo de tener afán de superación.

¿Cree en la dirección por objetivos centrada en resultados?
Es muy difícil medir y estar o no satisfecho si uno no tiene objetivos. Creo que es imprescindible determinar cuáles son las ambiciones y las metas. Los objetivos son una referencia y, si éstos están bien puestos, uno debe aspirar siempre a superarlos. No conozco a nadie que pueda decir que haya conseguido su objetivo y no se sienta satisfecho. Pero las metas deben ser alcanzables, porque de lo contrario puede desmotivar no conseguirlas.

¿Son efectivos los beneficios intangibles para los empleados?
Estoy absolutamente convencido de que cosas tan sencillas como dar las gracias a alguien cuando ha realizado un esfuerzo, aunque no haya ninguna compensación económica, supone una retribución personal mucho mayor a cualquier premio monetario. Creo, por tanto, en un reconocimiento al esfuerzo, en el agradecimiento y la felicitación.

¿Cómo cree que le ven sus subordinados?
El otro día alguien me definió como "un loco organizado", porque por un lado me gusta mucho dar rienda suelta a la inspiración, y tener una dosis de locura en las cosas que hacemos. Pero siempre de forma optimista y con una visión de la realidad más allá de lo que uno razonablemente podría imaginar. Y lo de organizado porque uno puede tener estas locuras e ir a por retos que parecen imposibles, pero al final hay que organizar un plan detrás para que ese sueño pueda hacerse realidad.

¿Qué persona le ha ayudado más a llegar dónde se encuentra ahora?
Mi padre. Siempre ha tenido un alto nivel profesional y le admiro por su honestidad, su dedicación, su espíritu de sacrificio y el cariño que desprende a todas las personas que le rodean.

Recomiende un libro que le haya servido para llegar a ser mejor directivo.
Good to great, de Jim Collins.


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